sábado, 11 de marzo de 2017

El alma de una foto

Habia encontrado una foto tuya
Y me di cuenta lo perdida que estaba.

Es extraño como puede habérseme grabado
(Cual tatuaje) ese gracioso gesto tuyo
De cuando el sol te acompaña.

Me quede mirando la foto,
Un poco con miedo, un poco con recelo.
Veía a las personas que te acompañaban
Para mirarte de reojo, tal y como si te hubiese
Visto, no sé, digamos en Javier Prado, un lunes
Por la mañana.

Los ojos esforzadísimos por no cerrarse,
El desparpajo con el que siempre me ha parecido que te comes el mundo.
La ternura que, quiero creer, tuve la primicia de disfrutar.

Busqué tus manos con la desesperación con la que busco mi cama todas las madrugadas, con la misma con la que abro un libro nuevo, la misma con la que corro al balcón cuando llueve para poder oler la tierra mojada. Ahí estaban, blancas, casi perfectas... de pronto, un flashback, un recorrido sensorial de todo lo que esas manos hicieron en mi vida. Soy arcilla, soy vapor, soy arena.

Pienso que no he encontrado una foto tuya,
Siempre tengo los negativos de tu alma.
Los pequeños recovecos de tu ser, tu lado mas
Sórdido, tus aventuras mas bizarras,
Tu descontrol, tus mejores besos,
Tus buenas madrugadas,
Lo que temes,
Lo que amas,
Tu música preferida debajo de mi almohada.


Había encontrado una foto tuya, y si,
Me di cuenta lo perdida que estaba.