El alma más limpia,
Sus heridas habían cicatrizado,
Sus ojos ya no contaban
Las sombras que lo atormentaban
En el pasado,
Sus ojos cantaban,
Sus ojos eran la esperanza.
Había llegado con las manos abiertas,
Con la sonrisa sincera,
Sin titubeos,
Sin prefijos,
Sólo él y su vida nueva.
Había llegado y tenía una maleta vacía,
Presto a llenarla de recuerdos nuevos,
De imágenes a colores,
De música que no doliera.
Fue entonces cuando lo supe,
Él había llegado
Y yo en su vida
Ya no estaba
