martes, 22 de enero de 2013

Yo qiero ser un reptil

Deshojarme como en otoño,
devolverme el néctar que se derrama
en el camino incierto,
el agua que se pone turbia,
las huellas que no he dejado,
el triste trayecto de recoger mis pasos.

Los humos de la noche,
el insomnio que duele,
los colores que faltan,
los lienzos que sobran.

Los prefijos atormentadores
de madrugadas asi,
insalubres, impacientes,
agotadas.
Las palabras que se deshilan de cualquier oración
encantada que menciona brazos abiertos,
casa nueva, paredes para pintar.

Verme al otro lado,
entre sepias y azules,
en lo absurdo de tener frio en verano,
persuadirme un poco de que este cambio de piel
es importante.

Abrir el pecho sin cerrar los ojos,
desenmarañar el amor,
en esta selva negra de acertijos
de poca ciencia.
El amor laberintoso
tan hiedra, tan espina,
tan desfallecido.

Entonces puedo ver también que en el corazón de todo
aún existen en mi los recovecos dulces e inocentes,
desentendidos de cualquier veneno,
tan faltos de límites,
Imprudentes e irracionales,
naturales, arriesgados y kamikazes.

También por eso me repito
Abrir el pecho y cambiar de piel,
caer en que esto es importante.

A veces yo quiero ser un reptil.





jueves, 17 de enero de 2013

miércoles, 16 de enero de 2013

La despedida

Lo miró como se mira una foto en sepia
La miró con la cara de cuando era niño y entraba a la iglesia.

No digas nada, yo ya no recuerdo cuantos lunares te acompañan
y tú no logras identificar la tonalidad del gris de mis ojos.

Voltearon cada uno su esquina y fue el fin.



Malinterpretaciones

Lejos, no se malinterprete el puente roto que se divisa entre nosotros.
Tal vez destino, tal vez abundancia de desganas

Lejos, no se malinterprete la falta de cartas, tal vez la ausencia de botellas,
tal vez el mar no quiere colaborar.

Lejos, no se malinterprete la señalización inentendible del camino,
tal vez miopía, tal vez olvido.

Lejos, no se malinterprete el desencuentro,
tal vez el destiempo, tal vez los caminos cruzados,
tal vez la esquina que no se ha doblado.


martes, 15 de enero de 2013

A Cusco

Volver envuelta de aromas matizados
con notas chispeantes de músicas lejanas
desconocidas por mi mente, conocidas por mi corazón.

Volver sin que cueste doblar la esquina,
volver con la sangre alborotada,
volver en verde y a contra parte
tener el miedo en rojo,
Ser una niña otra vez a luz y sombra.

Caminito a cuesta,
me coloreo con los pétalos de tus florecitas silvestres,
es fácil enamorarse si el sol entibia tan rápido el corazón,
Lleno mi bolso de tus nubes,
y aqui se entiende mejor que lo mas bello siempre es gratis.

La sangre que me recorre, la música que me mueve,
el aire que me oxigena, las piedras con corazón que te visten
me hacen volver a ti, querer siempre volver a ti.



Cusco eterno.